mi querida abuelita:
mi mas sincera gratitud por lo maravillosa que eres, como hija de Dios, como mama, como hermana, como abuela, como consentidora de los mas pequeños y la amiga de todo el mundo. Con tu fiel servicio a los demas y la calidez de tu mirar, haz hecho de mi padre un ser noble y justo, y mediante ese gran legado, nosotros podemos brindarle a nuestras generacione.
Te he dicho alguna vez cuanto te amo?, mi querida consentidora, espero que las veces que te la haya dicho, nunca lo hayas olvidado, porque yo no lo he hecho, y en mi pleno desarrollo de mi vida, siento que caminas conmigo, y deseo ser como tú.
a tus 92 primaveras, siento que esa frescura de amor, sigue latente, solo la vida marcaron tus ojos, pero la alegria de ser como eres aun permanecera siempre.
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